Dotar de vivienda que atienda a los nuevos estilos de vida y las crecientes demandas de la vida urbana abre un abanico de retos para los desarrolladores, para los responsables de ordenar el desarrollo urbano y para las propias comunidades, entre otros actores de la sociedad.
Llaman la atención varios fenómenos a nivel mundial, como la mayor demanda de espacios más reducidos, pero funcionales; el adecuado uso de la energía en los hogares; y la reutilización o reciclamiento de terrenos urbanos, solo por mencionar algunas. Todos ellos tendientes a aprovechar las ventajas de las urbes reduciendo el impacto en el entorno.
En primer término, hablemos de los espacios más reducidos, pero funcionales. A medida que más personas llegan a las ciudades, es indispensable generar nuevos modelos de vivienda que permitan contar con espacios funcionales y amigables en menores superficies, que brinden calidad de vida. Esto se puede dar a partir de espacios comunes compartidos entre comunidades o de su integración al espacio urbano existente.
En segundo lugar, el uso de la energía en los nuevos desarrollos es una discusión que tendrá que abordarse en los próximos años de la mano de las nuevas tecnologías disponibles. El incremento en la temperatura y la automotización de las tareas del hogar hacen indispensable empezar a pensar en formas de consumir menos energía.
Y por último, aunque el reto es mayúsculo, en una metrópoli con las característica de la Ciudad de México donde no hay reserva territorial para nuevas viviendas, el reciclamiento de predios se vuelve una opción indispensable para acercarse a la meta de construir las 70 mil viviendas nuevas que se requieren cada año.
En Grupo HIR evolucionamos nuestras ofertas para los clientes para que puedan encontrar una vivienda en concordancia con sus expectativas y las nuevas realidades y así construir un patrimonio.
